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Yo me llamo Hueiya. Vivo en la comunidad de Ñoneno. Yo lucho por mi comunidad y para que los niños en el futuro no sufran y puedan vivir tranquilos y puedan respirar aire limpio. Estoy luchando para que mis hijos vivan sin contaminación, que tengan tierra fértil, ríos limpios, que puedan tomar agua limpia. Mi lucha es por los niños que vienen en camino. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Nancy. Queremos defender nuestras tierras, la selva, los ríos, las montañas y los árboles donde viven los espíritus. No queremos que hagan daño. Por eso las mujeres tenemos que marchar para defender la selva. El Presidente no valora y no conoce la selva y por eso la quiere destruir. Nuestros hijos conocen la vida de nuestros ancestros a través de las conversaciones con los ancianos. Así van aprendiendo a querer la selva. Jamás se olvidaran lo que aprendieron y crecerán con ese pensar. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Jasmil Villamil. Tengo 11 años. Quiero vivir libremente en la selva y jugar con todos los animales. Quiero que mi comunidad viva en paz. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Huanguinca. Nosotras las mujeres defendemos nuestro territorio para que nuestros nietos puedan vivir tranquilos y sin enfermedades, para que puedan encontrar agua limpia. Estoy alzando la voz para que todo el mundo sepa por lo que estoy luchando. También estoy pensando en los animales de la selva, para que la empresa petrolera y la empresa maderera no destruyan su hábitat natural. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Linda. Nosotros mujeres pensamos y luchamos por nuestro territorio, para que nuestros hijos y nietos puedan vivir bien, libres de contaminación. También estoy defendiendo para que los animales vivan libres. Para que en el futuro puedan encontrar tierra fértil. Estoy luchando pensando en el futuro. La empresa petrolera no solamente impacta el medio ambiente sino también hace daño a la familia. Hay muchos hombres que cuando trabajan con la empresa petrolera comienzan a tomar mucho y se vuelven violentos con sus familias e insultan a sus mujeres. Las personas que trabajan para la compañía viven como esclavos. No ganan un sueldo justo. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Erlinda Manya. Yo fui a la marcha para que no contaminen nuestro territorio, para que no contaminen nuestros ríos. Llegamos a la ciudad de Quito a decir a nuestro Presidente que no permita que entren los petroleros y que no contaminen; para que los niños vivan bien en la selva. Pido de favor al Gobierno que no destruya nuestro territorio. En 1991 yo marché con mi esposo para pedirle al gobierno que reconozcan nuestro territorio ancestral. Mi marido ya murió, entonces ahora marcho con las otras compañeras para impedir que destruyan el territorio. Las mujeres caminamos siempre en las marchas porque nos tratan mejor, no nos pegan. En 1991 las mujeres abrieron el camino para entrar al palacio presidencial (donde se reconoció la existencia de los territorios ancestrales indígenas). Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Simona. Esta es nuestra tierra. Estos dibujos simbolizan la riqueza que existe en la selva. Vivimos bien. Hace 35 años estamos luchando. Este gobierno no tiene conciencia, por eso nos maltratan. Nuestra comunidad no va a dejar de luchar. Aunque seamos los últimos en la lucha seguiremos parados con fuerza. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Doris Aranda. Yo camine en la marcha para defender nuestra tierra y para contar nuestra historia. Todos caminamos juntos por la tierra, por el agua, y por el aire. Para que no contaminen la selva. Y así nuestros hijos puedan crecer y vivir una vida sana. ¡Esta es nuestra voz! ¡Déjennos vivir en paz, déjennos vivir felices en nuestras tierras! Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Elizabeth. Yo les voy a compartir lo que pienso. Pienso que debemos valorar los conocimientos de nuestros ancestros y transmitir eso a los jóvenes para el futuro. Para nuestros hijos, para vivir en la selva hermosa, sembrando yuca, frutas y plátano. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Maunela Rosa Dagua. Yo soy de la nacionalidad Andoa Kichwa, de la comunidad Manga Urku. Mi mensaje es: No destruir nuestra selva, nuestra tierra. La selva es nuestra vida, los ríos, las lagunas y las montañas. ¡Cuidémosla, salvémosla! No destruyan nuestra selva, que de ella respira el mundo. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Ena Santi. Soy de la parroquia Sarayacu y la mujer que ha luchado contra la explotación petrolera. Especialmente las mujeres (nos) organizamos para estar conjuntamente con los hombres, niños, jóvenes, adultos y ancianos. También los centros educativos se paralizaron para integrarse a la lucha. En el año 2002 ingresó la explotación petrolera a la comunidad Sarayacu para destruir la selva de la Amazonía. La lucha fue formando grupos tanto de mujeres como de hombres para realizar las siguientes (tareas): las mujeres empezamos a realizar la chicha y las torrejas para enviar con los hombres. Siempre las mujeres de Sarayaku tenemos de defender nuestro territorio para que no sea contaminados el aire, río, selva y también luchamos para que no haya corrupción, explotación, violencia y maltrato a las mujeres. Levantémonos, ya es hora de abrir los ojos. Compañeras de la Amazonía, hoy podemos lograr lo que queremos. Ya es hora de unirnos con un solo corazón limpio y fuerte. Levantémonos, ya es hora. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Teresa Mukushihua. Jamás dejaré que los petroleros entren a mi territorio. Lo voy a defender hasta el último. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Jimena. Como mujer Shiwiar amo a mi tierra, a mi naturaleza, amo a mis animales, a mis monos, a mis pescados, a mis ríos, al aire que nos da la vida. Por esta razón no queremos que exploten el petróleo en nuestro territorio. Si entran vamos a luchar contra ellos. Estos son mis pensamientos. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Martina Santi. Yo no quiero que dañen nuestro territorio. Quiero que la tierra esté saludable, que no sea destruida. Foto: Felipe Jácome

Yo me llamo Ana Santi. Yo quiero el Sumak Kawsay para mis niños. Después que entren los petroleros ya no vamos a vivir bien. Como mujer, estoy alzando la voz para nuestros niños que todavía no nacen. Este río es donde yo nací. Por eso no quiero la ocupación petrolera. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Rosa Vargas. Como mujeres vivimos cuidando nuestra tierra. No queremos dañar lo que nos dejaron nuestros antepasados. No queremos que entre la petrolera porque tenemos el Sumak Kawsay, vivimos bien. No queremos que contaminen nuestros ríos porque comemos los animales y los peces de los ríos. Si bebemos agua contaminada nos vamos a enfermar del estómago. No queremos que exploten petróleo en nuestras tierras porque hemos escuchado de muchas comunidades donde la contaminación está matando a la gente poco a poco. Foto: Felipe Jácome

Mi nombre es Alicia Mosco. Si la petrolera entra nuestra territorio mis niños y yo nos vamos a morir. Nos enfermaremos y no habrá cura para nosotros. No tendremos más comida y el aire que respiramos estará contaminado. Foto: Felipe Jácome

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