Carlos Sánchez, vigía de la comunidad Ventanas Runtún desde hace 15 años.
Algunos me dicen que el volcán es carnavalero y se agita con la luna llena. Yo les digo que el volcán está en proceso de erupción y todo se puede explicar.
Patricio Ramón, vulcanólogo del Instituto Geofísico.
A escala mundial, el volcán Tungurahua es uno de los que más equipos tiene, por lo que el monitoreo es permanente y se sabe en tiempo real lo que está pasando.
Patricia Mothes, vulcanóloga del Instituto Geofísico.
Ha sido un privilegio contar con vigías, la comunidad, las autoridades, los científicos y todas las personas involucradas con el volcán para actuar rápido en cada erupción. Siento orgullo por lo que hemos logrado con ellos y el Geofísico.
Luis Chávez, vigía de la comunidad Juive Grande, desde hace 15 años.
La vía (Baños-Penipe) desapareció por completo. A la medianoche (16 de agosto del 2006) solo vimos la oscuridad y sentimos el polvo y el gas; el olor era muy fuerte.
Rodrigo Ruiz, vigía de la comunidad Pillate, desde hace 15 años.
En el 2006 fue bastante duro y peligroso para los niños. A las 22:00 se cayó la casa comunal y perdimos todas las provisiones que teníamos guardadas. Nos habían donado arroz, azúcar y aceite.
Ángel Barriga, comandante del Cuerpo de Bomberos de Baños.
El 4 de octubre (1999) subimos al volcán con dos turistas australianos. La noche se puso clarita y desaparecieron las fumarolas. Al otro día, luego de unos segundos, el día se convirtió en noche. Nos llovían piedras.
Javier Jaramillo, comandante del Cuerpo de Bombero de Patate.
En 1999 se hizo la evacuación con una gran incertidumbre, porque no sabíamos qué nos podía hacer el volcán. Ahora ya lo conocemos.
Tania Delgado, dueña del Resort Hotel Samari, en Baños.
Samari es la inversión más grande que se hizo en plena erupción del Tungurahua. Es una pequeña muestra y un ejemplo para quienes no creían en Baños y tenían miedo al volcán.
Edmundo Rodríguez, exvigía de la comunidad de Cusúa y habitante el reasentamiento La Paz (Pelileo).
Vivimos algo inesperado en el 2006 y aparentemente estábamos preparados, cuando empezamos en 1999, pero ese día nos sentimos tan pequeños ante la furia de la naturaleza. Salimos corriendo.
Vladimir Llerena, técnico de la Unidad de Gestión de Riesgos de Pelileo.
En la noche del 16 de agosto (2006) observamos el fuego en las partes altas. Luego bajaba por el sector de los loros (monumento de Los Pájaros) y desaparecieron.
Xavier Mayorga, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos de Baños.
El domingo 17 de octubre de 1999 nos evacuaron a todos. Nadie sabía qué hacer. Mi familia se fue y me quedé solo. Apenas tenía 23 años.
Marcelo Espinel, exintegrante de la desaparecida Defensa Civil de Baños.
César Intriago y yo formamos la Defensa Civil (ahora Gestión de Riesgos) en 1999. Nuestra oficina era un Volkswagen: él hacía sus reportes en un asiento y yo en el otro.
José Luis Freire, exalcalde de Baños.
La gente no asistía a las capacitaciones para prepararnos ante el volcán, pero la iglesia (centro de Baños) siempre estaba llena.
Gustavo Padilla, vigía de la comunidad Pondoa, desde hace 15 años.
Nosotros estamos aquí cuidando el volcán y lo vigilamos, para que no cause daño a las demás personas de nuestra comunidad que están bajo nuestra responsabilidad.
Beningo Meneses, vigía de la parroquia Bilbao, desde hace 15 años.
Muchas veces da miedo. Cuando se tapona el volcán lanza tiros (cañonazos) que retumba y se mueve la tierra. Hace tres semanas eran tan fuertes los bramidos que me dio miedo.