¿Cómo era la economía de esa década?
El ingreso de recursos al Estado se daba por la recaudación de impuestos y sobre todo por las exportaciones e importaciones. Sin embargo, después de 1975, ingresan dólares desde el Fisco, un dinero que no estaba previsto.
El dinero comenzó a fluir y el Estado debió agrandar la burocracia. Quito se ve atractiva para gente de otras provincias que ve una posibilidad de mejorar sus condiciones de vida. Eso provocó el desarrollo de la infraestructura habitacional en la ciudad, pero de una forma desordenada.
El mayor nivel de consumo de la nueva clase media permite que aparezcan grades cantidades que facilitarán la compra en supermercados y almacenes de electrodomésticos.
La familia promedio comienza a adquirir artefactos, porque al mejorar los salarios optarán por facilitar el trabajo en el hogar y por ende sus condiciones de vida. Esto también hace que cambien las relaciones con las clases populares que ofrecen sus manos para el trabajo doméstico.
La arquitectura y el urbanismo
El repentino crecimiento de la ciudad superó las posibilidades de control y los planes de urbanización propuestos por los arquitectos, urbanistas y políticos de la época.
Las grandes estructuras se construirán con hormigón armado. La construcción artesanal se desplaza por la modernización de las obras, aunque habrá problemas de escasez de cemento, material que se tuvo que importar.
Es entonces cuando comienza a desarrollarse el norte muy rápido. El eje bancario que antes se localizaba en el Centro Histórico y el sector de La Mariscal se desplaza más al norte, hacia la avenida Amazonas.
En ese lugar ya había el parque La Carolina, pero la ubicación de los bancos dará paso a la consolidación del sector de Iñaquito. Los nuevos asentamientos atraerán a los centros comerciales como el CCI, CCNU y posteriormente El Bosque.
Comienzan a identificarse problemas en la provisión de servicios básicos en las partes altas y esto obliga al Cabildo a mejorar y se crean empresas que dotan de agua y alcantarillado a los barrios.
Otro de los problemas se registró en el Centro Histórico que fue tomado por los vendedores ambulantes, debido al desplazamiento de los habitantes hacia los extremos norte y sur de la ciudad. Fue un tiempo de deterioro de este sector.
Diversión y distracción ochentera
Los ochenta serán años de crisis para el cine en Quito. Aparecerán las nuevas tecnologías que harán que las grandes salas vayan en decadencia. Se cierran paulatinamente las salas por el acceso a la televisión y a aparatos que permiten reproducir las películas en las casas. Los cines van cayendo y terminan cerrándose. Escucha la playlist de los 80
Fue una época donde se popularizaron los sitios para comer. Los restaurantes y sitios de comida elegantes (que eran para una pequeña élite que tenía capacidad para ese gasto) ven la llegada de locales de comida rápida que ofertarán sobre todo pollo para comer en familia.
Antes se debía engordar la gallina en casa, para celebraciones importantes. Eso significaba engordarla, prepararla y cocinarla. Luego esa rutina se ve desplazada.
El restaurante será el nuevo sitio donde se come bien, a un precio cómodo para la nueva clase media.
Otros locales que invitan al público son las discotecas, donde principalmente se escuchara música rock y pop. También había peñas folclóricas, por influencia de Chile y Argentina. Había oferta para los diferentes gustos.
Relaciones sociales y política
La familia todavía mantiene su vínculo afectivo, pero se verá afectada por la distancia. La construcción de edificios dará paso al aislamiento y al cambio de las relaciones entre vecinos.
Otro factor que incide es el interés de los jóvenes en profesionalizarse. Ellos verán en la escolaridad una oportunidad de desarrollo y mejoramiento de su estilo de vida.
En el Ecuador había expectativa por las dictaduras que ocurrían en Chile y Argentina. Muchos políticos militantes viajaron a esos países. Había la efervescencia en sectores universitarios y políticos, que tenían ideales de cambiar los niveles de desigualdad y miseria.
El movimiento sindical es fuerte, pero no lo suficiente porque el país no se consolida como una nación industrializada.
La formación política de la época dará paso al autoritarismo del gobierno, con Febres Cordero, y tendrá su contraparte con grupos subersivos como los Alfaro Vive Carajo.