La estrella del fútbol local se formó en la Vereda Tropical
Pablo Campos. Lago Agrio y Quito
pcampos@elcomercio.com

En las oficinas del Manchester United de Inglaterra, el encopetado sir Alex Ferguson no tiene idea de dónde queda Vereda Tropical, ni dónde se ubica el estadio Carlos Vernaza. Con seguridad tampoco le importa...

Estos detalles son insignificantes para el poderoso hombre del fútbol. Pero para Luis Antonio Valencia, la figura del fútbol ecuatoriano contratada por el Manchester, Vereda Tropical y el estadio Carlos Vernaza representan muchísimo.

Los dos lugares le evocan su infancia, su barrio en Lago Agrio, su pasión por el fútbol y los años de lucha por hacerse un espacio en la cúspide del fútbol mundial.

 

Primeros pasos. El pequeño Luis Antonio Integró desde muy chico las selecciones de Sucumbíos y el Caribe Junior. Aquí, durante la Copa Nike. Foto: particular

El ‘Toño’ Valencia tiene 25 años (nació el 04 de agosto de 1985), pero ríe como un niño cuando evoca los dos lugares.  Él cuando está de vacaciones viaja rápidamente desde Inglaterra hasta su natal Sucumbíos o se refugia en Quito y sus alrededores.  

Por ejemplo, el martes 26 de mayo del 2009 que vino al país, en su primer día en la capital se dedicó a dormir tras el largo viaje desde Europa. Un día después,  compartió un almuerzo con toda su familia en la quinta que compró en Puembo, en la parte occidental de Pichincha, donde disfrutó del encocado de guanta y también de camarón, parte de sus platos favoritos.

En el tercer día decidió entrenarse con El Nacional. Todos los años, cuando viene de vacaciones, cumple la misma rutina: practica para no perder su forma. Esas son las exigencias de un mundo sumamente profesional, al que cada día se entrega con devoción.

A Valencia no le gustan las entrevistas y prefiere el bajo perfil. Siempre fue así. Sin embargo, cuando LUNES DEPORTIVO lo contactó, a través de sus familiares, accedió a contar su historia, su lucha para alcanzar la gloria: desde Lago Agrio a Inglaterra, con breves escalas en Quito y en Villarreal (España). Él y su entorno más cercano decidieron rememorar sus primeros pasos en este especial.

Para empezar, hay que decir que Vereda Tropical es un estrecho pasaje del populoso barrio Guayaquil, en el sur de Lago Agrio. Al final de la estrecha calle se levanta la casa de los Valencia- Mosquera, en donde nació y creció ‘Toñito’.

Ahora el lugar es solamente habitado por Luis Antonio padre, a quien el frío de la altitud de Quito lo ahuyenta e impide que viva con el resto de su familia.

Hoy, la casa es de bloque y tiene dos pisos, el segundo con vidrios polarizados. Cuando el jugador de los ‘diablos rojos’ era un niño, la construcción era de madera y de un solo piso. Allí vivían los padres Luis Antonio y Teresa con sus críos: Alfredo, Éder, ‘Toñito’ y Jazmina.  Ellos, ahora, se trasladaron a Quito.

“Mi infancia fue muy feliz. Mi papá trabajaba, pero todos buscábamos los medios para que haya comida en la casa”, rememora el talentoso jugador. Y era así: Luis Antonio padre tenía un depósito de botellas y sus tres hijos varones lo ayudaban: recorrían la ciudad y los pueblos aledaños en búsqueda de envases que posteriormente eran vendidos en Quito.

Doña Teresa también tenía su propio negocio para alimentar a sus hijos. Ella vendía bolos, jugo de arazá y aguas para mitigar el intenso calor en las afueras del estadio Carlos Vernaza, el templo de los futbolistas de Lago Agrio.

 

La cancha del Carlos Vernaza. Hoy el estado es ocupado exclusivamente por los jugadores del Caribe Junior. Valencia jugó sus primeros partidos en esta cancha, que antes era de tierra. Foto: EL COMERCIO

Un Valencia adolescente.  La ficha del volante ecuatoriano cuando estuvo en la categoría Sub 16  de  El Nacional.  Debutó en el plantel de  Primera con 17 años.

 

Cuando el ‘Toñito’ era un niño y la fama aún estaba lejos de su vida, el Carlos Vernaza era un canchón de tierra, repleto de piedras menudas, en donde diariamente muchísimos futbolistas estaban dispuestos a todo por ganar apuestas, cuando aún circulaba el sucre.

 ‘Toñito’ y su mamá se esmeraban por vender sus productos a los sudorosos deportistas. Hoy corre para anticipar a sus rivales, pero en su infancia, Valencia ‘volaba’ para conseguir ‘sueltos’ y dar el cambio a los clientes.

 Su hermana Jazmina, de 22 años, cuenta que Antonio siempre fue responsable con los suyos. Él solventa los gastos de su hermana que estudia Gerencia y Liderazgo en la Universidad Salesiana en Quito. Hace tres años, la joven y su madre llegaron a vivir a la capital por pedido expreso del ‘Toño’.

“Siempre fue pegado a mi mami y le ayudaba a trabajar desde pequeño. Pero cuando podía se escapaba a jugar y siempre le gustaba jugar con niños y jóvenes mucho mayores a él. Teníamos miedo de que lo estropeen”, dice Jazmina.

Valencia fue, en sus primeros años, un deportista extremadamente delgado, pesaba 123 libras cuando se unió a El Nacional (hoy pesa 171 libras). Pese a ello, uno de sus primeros formadores, Pedro ‘Papi’ Perlaza, quedó impresionado por su temeridad para chocar con los rivales.

Hoy mantiene ese estilo de juego en la Premiere League, aunque su musculatura se ha potenciado al máximo. En mayo del 2009, el defensa del Manchester United, John O’Shea declaró al diario The Sun que chocar contra Antonio Valencia es similar que hacerlo contra un tren de vapor.

En 1999, el ‘Papi’ lo vio jugando en la polvorienta cancha del Carlos Vernaza y el flechazo fue directo, al ver a aquel volante flaquito, de corte hongo y cara de chico malgenio. Habló con su madre, Teresa, e inmediatamente lo llevó a entrenarse en las canchas de la Federación Deportiva.

El césped del estadio de la Federación está lleno de maleza y cuando las continuas lluvias selváticas aparecen, la cancha se inunda por completo. En esa cancha llena de charcos, Valencia empezó a mejorar sus remates con las dos piernas y defender mejor la pelota.

 

Un ídolo en la capital de Sucumbíos. Este letrero ubicado en la salida de Lago Agrio muestra a Antonio Valencia como uno de los ejemplos de la población amazónica. Foto: EL COMERCIO

Llegó a la Federación a los 11 años y permaneció allí cuatro años. A la par, ‘Toñito’ jugaba en el Caribe Júnior, uno de los equipos más conocidos de Lago Agrio que juega los campeonatos de la Segunda Categoría.

El hijo de Luis Antonio y Teresa era un ‘crack’ deslotado, que asombraba a todos en las olvidadas canchas amazónicas. Por ese tiempo, una de las ex glorias de El Nacional, José Villafuerte, llegó a trabajar en la zona junto con Perlaza.

Con la llegada de Villafuerte, empezó a generarse una migración continua de jugadores. En el año 2000, Mauricio Cabezas decidió dejar Sucumbíos para enrolarse a las inferiores de El Nacional, mientras otro grupo de jugadores probaba suerte en el Olmedo.

Entonces, el joven ‘Tonito’ también decidió buscar su opción. En la humilde casa de los Valencia-Mosquera, el actual volante del Manchester United  presionaba a su padre para que lo llevara a Quito. Quería buscar una opción en El Nacional.

Valencia tenía 16 años y cursaba el tercer curso del colegio Juan Jiménez. El fútbol pudo más para él y una noche decidió irse de su casa a Quito en búsqueda de su sueño.

Tomó una pequeña maleta y viajó toda la noche con su amigo Mauricio Cabezas. Su madre Teresa y su hermana Jazmina lloraron en su despedida. Su padre fue el último en enterarse de la noticia.

Los primeros meses fueron duros, recuerda Valencia. Por su calidad técnica no tuvo problemas para superar las pruebas futbolísticas y quedarse en la categoría Sub 16. Recibía USD 50 dólares y pasó a vivir en la pensión criolla.

 

En la calle 8. Mirnia Portoarrero, madrina de Antonio Valencia, muestra la camiseta que le regaló el futbolista a finales del 2010.  Foto: EL COMERCIO

Por ese tiempo, Fernando Baldeón, ex figura de El Nacional y hoy entrenador,  buscaba jugadores para formar un equipo Sub 20 de élite. “Buscábamos a los mejores jugadores por categorías sin importar la edad. Por ello subimos a Valencia a nuestra categoría”, dice la ‘Fiera’, ex    coordinador de las divisiones formativas del club.

David Quiroz, Luis Checa, Christian Benítez, Pedro Quiñónez... eran las prometedoras figuras del equipo. Valencia tuvo que trabajar dos semanas para mejorar su físico y rápidamente se puso a la par de sus compañeros.

El ‘Toño’ jugó 23 partidos con la Sub 20: pese a ser volante marcó 17 goles, recibió ocho amarillas y una tarjeta roja, según consta en el informe estadístico de Baldeón.

La meteórica carrera no iba a parar. A mediados de 2003, el técnico Dragan Miranovic miró un partido de Valencia con Barcelona en Guayaquil. Bajó al camerino y le dio una orden tajante a Baldeón: “Olvídate de este jugador. Se viene a trabajar conmigo a la Primera”.

Después vino la historia conocida: Valencia se consolidó en el primer equipo y jugó con uno de sus mayores ídolos, Édison Méndez. Esa fue la primera vez que se juntaban en el medio campo.

Sus éxitos en El Nacional lo catapultaron a la Tricolor. El 27 de marzo de 2005 tuvo un debut envidiable en la Selección: marcó dos de los cinco goles con los que el equipo venció a Paraguay, meses después obtuvo el título de campeón del torneo Clausura, en donde estaban David Quiroz, Christian Benítez, Pedro Quiñónez, entre otros…. Allí, la gloria ya  le empezaba a coquetear...

 
SU LLEGADA AL MANCHESTER UNITED
 
Su primer Mundial lo disputó en el 2006, siendo uno de los mejores juveniles junto al argentino Leonel Messi y el alemán Lukas Podolski. Así, el Villarreal español se fijó en él y lo fichó, empezando su exitosa aventura fuera de Ecuador.

En Carrington. Antonio Valencia domina el balón en el entrenamiento del Manchester United antes del partido con el Barcelona español. Foto: AFP

 
Valencia con la camiseta del Wigan. Foto: Reuters
 

En el club no tuvo muchas oportunidades y posteriormente fue cedido al Recreativo de Huelva, equipo con el cual jugó en la Segunda División y en donde logró explotar su talento. El Wigan inglés lo adquirió de inmediato y defendió a este equipo entre agosto del 2006 y junio del 2009, antes de llegar al poderoso Manchester United. El club inglés  pagó 26 millones por los derechos deportivos del jugador y se convirtió en el jugador más caro en la historia del país.

Con el paso del tiempo, Antonio Valencia se consolidó como uno de los mejores extremos del fútbol de Europa. Los fanáticos de los ‘Red Devils’ y la prensa británica, lo nombró mejor jugador extranjero en el 2009.

Su equilibrio, sus condiciones físicas y su talento con el balón apoyaron al club dirigido por el técnico Sir Alex Ferguson para ganar los títulos de la Carling Cup y  Community Shield, en el año 2010.

El 14 de septiembre del 2010, Valencia sufrió una grave lesión en su pie izquierdo, que lo dejó 6 meses fuera de las canchas.

A su regreso, ‘Toño’ hizo historia en el fútbol nacional, al convertirse no solo en el primer ecuatoriano en jugar la final de la Champions League, sino que también por ser el primero en coronarse campeón de la Liga Premier Inglesa.

El sábado 28 de mayo, ‘Toño’ Valencia rompió un nuevo record en la historia del deporte nacional, al jugar como titular los 90 minutos por el Manchester United, en la final de la UEFA Champions League. Ese día disputó el balón con Lionel Messi, del Barcelona, el mejor jugador del mundo.

En el mes de julio de 2011, el jugador renovó su contrato por cuatro temporadas más con el Manchester United.

Para el mes de Octubre de 2011, Antonio Valencia regresó a jugar con la Selección ecuatoriana de fútbol en el partido por las Eliminatorias Sudamericanas frente a la selección de Venezuela.

Para el 2012, en el mes de enero, Antonio Valencia fue elegido nuevamente como el jugador del mes, mediante votación de los seguidores del equipo inglés.

El 16 de febrero de 2012, en el partido contra el Ajax Ámsterdam holandés válido por los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League sufrió una lesión que lo alejó de las canchas por espacio de un mes.

Sin embargo, para el 23 de febrero el amazónico pudo recuperarse y ponerse a las órdenes de Sir Alex Ferguson para jugar el partido frente al Athletic de Bilbao en partido de revancha y válido por la UEFA Europa League.

El 18 de marzo regresó de su lesión en un partido contra el Wolverhampton en la Premier League, anotando un gol y brindando 2 asistencias a Danny Welbeck y Javier Hernández. En el partido lo medios ingleses insistieron en que Valencia es el arma secreta de Ferguson.

Para el 2 de abril de 2012, el jugador ecuatoriano es nombrado como la figura del partido en la Premier League ante el Blackburn Rovers por haber marcado un gol y una asistencia para la victoria 2-0 de los ‘Red Devils’ en condición de visitante. ‘Toño’ hizo historia al llegar a los 100 partidos oficiales con la camiseta del United.

El 22 de abril Antonio Valencia jugará con el Manchester United contra el Everton. El próximo 30 de abril se enfrentarán ante el Manchester City, donde se sabrá si los ‘Reds’ levantarán nuevamente un título de la Premier.

“Los ingleses inventaron el fútbol para que Antonio Valencia deslumbre con su técnica”.

 
SUS MENTORES
 
Luis A. Valencia
El padre de ‘Toñito’ jugó profesionalmente en el Macará de Ambato. Es esmeraldeño y llegó a trabajar a Lago Agrio hace más de dos décadas. Dirigió los primeros pasos de sus hijos en el fútbol.
 
Teresa Mosquera
Es la madre del jugador. Ella siempre fue su principal inspiración. Desde pequeño, Valencia quiso comprarle una casa y darle comodidades. De niño, él la ayudaba con las ventas en el estadio.
 
Pedro Perlaza
El ‘Papi’ es reconocido por la familia y por el propio Valencia como su formador. Trabajó con él en la Federación de Sucumbíos y en el Caribe Junior. Él descubrió a Álex y a Miller Bolaños, a Fidel Martínez...
 
Diego Herrera
Es su representante. ‘Diegol’ fue el encargado de manejar su transferencia al Villarreal en 2005 y al Wigan, un año después. Ahora analiza junto al jugador las mejores opciones de transferencia.
 
Fernando Baldeón
La ‘Fiera’ fue su técnico en la Sub 20. Valencia tenía 16 años cuando ascendió a esa categoría. Ayudó en su formación, antes de su debut profesional. Dragan Miranovic también influyó en la carrera de ‘Toño’.
 
José Villafuerte
El ‘Cielo’ fue el nexo entre El Nacional y varios jugadores de Sucumbíos. Éder, el hermano de Luis Antonio, llegó a Quito por recomendación de él. También intervino en la llegada del ‘Toñito’.
 
Paulo Massa
El técnico brasileño lo hizo debutar  el 10 de mayo del 2003 en un cotejo ante Deportivo Quito.  Ingresó en el minuto 85, en lugar del lateral por izquierda Erick de Jesús.
 
Dragan Miranovic
El  serbio  ratificó a Valencia en el equipo principal, luego de reemplazar a Massa.  Bajo su dirección, el volante jugó 24 cotejos de titular y en cuatro entró al cambio.
 
Éver H. Almeida
Con el  paraguayo, Valencia se destacó en El Nacional. Ese año fue convocado a la Selección para  cotejos de  eliminatorias. Participó en 14 juegos en el torneo Apertura.
 
Orlando Narváez
Cuando el volante amazónico llegó a El Nacional, dirigía las categorías menores. Lo tuvo en las Sub 16, 18 y 20. Hoy es DT de la Reserva.
       
 
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