La primera corona fue en Quito Emelec fue vicecampeón de ese año. En el último partido se enfrentó con Politécnico, bajo el mando del DT uruguayo Julio Kellman. Los canarios dieron la vuelta en el estadio El Arbolito, de Quito.
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El máximo artillero fue el ecuatoriano Enrique ‘Pajarito’ Cantos, de Barcelona, con ocho tantos. Fue compañero de Sigifredo Chuchuca, otra de las figuras de aquel plantel. Fue el primer equipo ecuatoriano en que salió campeón con jugadores nacionales.
Con dos artilleros de peso Emelec fue vicecampeón de aquel año. En el último partido se enfrentaron ambos elencos en el estadio Modelo (hoy Alberto Spencer), de Guayaquil. A los toreros los dirigía el brasileño Francisco Souza.
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La incorporación de jugadores extranjeros en 1962 marcó el inicio de una identificación con la línea brasileña. Los porteños se reforzaron con Tiriza, Helio Cruz, Ochipinti, Reyes Cassís , acompañados por el mejor arquero de todos los tiempos Helio Carreiro Da Silva ‘Helinho’.
Emelec, otra vez, fue vicecampeón. En el último partido jugó contra Aucas, en el estadio Atahualpa, de Quito. Allí dio la vuelta olímpica, la primera en este escenario. El técnico era el ecuatoriano Pablo Ansaldo.
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La mezcla de jóvenes y veteranos resultó ideal. Se destacaron, además del golero Helinho y su alternante Pablo Ansaldo, ‘Cortijo’ Bustamante, Walter Cárdenas, Washington Muñoz, Félix Lasso y Moacyr Pinto.
Emelec volvió a ser vicecampeón ese año. En el último cotejo se midió con Deporitov Quito. El DT fue brasileño Otto Viera. Por esos años el presidente de Barcelona era un joven de 25 años llamado Galo Roggerio. Él llegaba con una gran responsabilidad para alguien de su edad al frente de un club.
Coincidencia
Barcelona ganó la primera etapa con seis puntos de ventaja sobre el segundo y en la liguilla ratificó su dominio, terminando igualmente con seis puntos de ventaja sobre Emelec, que fue el subcampeón. Una campaña similar a la de este año, que el club canario ganó ambas etapas.
El América de Quito fue vicecampeón. En el último duelo se enfrentó con Liga de Quito, bajo el mando del brasileño Otto Viera. Los toreros dieron la vuelta olímpica en el estadio Atahualpa. Ese fue el primer bicampeonato que alcanzó un equipo profesional en la historia de los campeonatos nacionales.
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Aquí apareció la magia de Alberto Spencer, más el gran toque en la media cancha de ‘Perico’ León, ex seleccionado peruano, acompañado del mágico mediocampista Jorge Bolaños. Otro de los jugadores destacados fue José Paes, quien fue uno de los hombres claves en el planteamiento de Vieira con un 4-4-2.
Técnico Universitario fue el vicecampeón. Ambos se midieron en la final. A los canarios los dirigía el brasileño Otto Viera. Esta vez, el estadio 9 de Mayo, de Machala, fue testigo de la vuelta olímpica. En ese estadio se produjo ese famoso gol de chilena del brasileño Víctor Ephanor, en la goleada al Rodillo Rojo 3-0.
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Aquel equipo que recuperó la corona a los nueve años, saltó con Manga; Perlaza, Paes, Bardales, Nazareno; Andrade, Escurinho (José Tenorio), Ephanor; Mario Tenorio, Ney, Nieves (Madruñero). El regreso fue aposteósico, no solo por los millares de carros que volvían desde Machala, sino por otros miles que se unieron en el camino.
Liga de Quito fue vicecampeón aquel año. El Nacional fue el último rival canario, que era comandado por el local Héctor Morales. El cuadro porteño volvió a dar una vuelta en Guayaquil, en el estadio Modelo. Este fue el segundo bicampeonato del ‘Idolo’. Lo dirigió Ronaldo Borba, Humberto Maschi, Hernán Saavedra y terminó Morales.
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Fueron figuras los brasileños Víctor Epanhor, Alcides de Oliveira y los nacionales Flavio Perlaza, Mario Tenorio, Carlos Torres Garcés. Se caracterizó más por ser un equipo combativo y contundente al momento de definir. Su medio campo era muy creativo.
Deportivo Quito fue el vicecampeón. Ambos se enfretaron en el último cotejo. Al club torero lo dirigía el DT chileno Luis Santibañez. El estadio Modelo fue nuevamente el escenario de la celebración amarilla. Fue llamado el equipo de los jóvenes. Este año, Isidro Romero, como presidente, consiguió su primer título.
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Severino Vasconcelos fue el líder en la cancha, secundado por el uruguayo Alfredo de los Santos en la defensa, el brasileño Toninho Vieira en el mediocampo y por los nacionales Flavio Perlaza (capitán), Fausto Klinger, Mauricio Argüello, Galo Vásquez, Lorenzo Klinger, Hólger Quiñónez, Carlos Luis Morales, Jimmy Montanero, etc.
Filanbanco fue el vicecampeón. En el último cotejo midió a Deportivo Quito. El entrenador era el uruguayo Roque Máspoli. Los canarios dieron la vuelta olímpica, nuevamente, en el estadio Atahualpa. Quizas fue uno de los mejores campeonatos que ha disputado el Ídolo porteño. Ganó las tres etapas.
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Lupo Quiñónez fue uno de los artilleros con los que contó Máspoli en sus filas. También fue el año en el que despegó la carrera del golero Carlos Luis Mmorales. La defensa fue una de las más sólidas con Hólger ‘Piquetero’ Quiñónez, Jimmy Montanero, Jimmy Jiménez. Ese año Barcelona inauguró su estadio.
Emelec fue el vicecampeón. De nuevo su último rival fue Dep. Quito. El equipo era liderado por el DT Miguel Ángel Brindisi. Los festejos se dieron en el estadio Atahualpa. Fue uno de los más polémicos porque se repitió la final (0-0) tras una invasión en el primer cotejo, en el que ganaban los chullas 1-0, aunque los canarios igualaron 1-1 con gente ya en el gramado.
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Uno de los grandes goleadores que tuvo Barcelona fue el ‘Matador’ Manuel Uquillas. El golero Carlos Luis Morales ya era un referente, al igual que Jimmy Jiménez, Jimmy Izquierdo, Marcos Rodríguez (Magú, brasileño), Aldomario y Janio Pinto. Como ya era habitual, los futbolistas auriverdes fueron determinantes.
Valdez fue el vicecampeón. En su último cotejo se midió con ese club. El técnico de ese año fue el argentino Jorge Carlos Habbeger. En este año, Barcelona dio su primera vuelta olímpica en su estadio, el Monumental, luego de disputar la final. Curiosamente, actuaba como visitante en su propia cancha.
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Este es uno de los planteles más recordados con el aporte del argentino Rubén Darío Insúa y de los nacionales José Gavica y Carlos Muñoz, Raúl Noriega, quienes se convirtieron en ídolos. En esta época también se rompió la línea brasileña. El equipo se inclinó por argentinos. Además de Insúa, el club contó con Marcelo Trobbiani, Gerardo Pelusso y Ramón Bernuncio.
Espoli fue el vicecampeón. En su último partido, ambos jugaron la final. El argentino Salvador Capitano lideró a los canarios. El Atahualpa nuevamente fue testigo de un campeonato torero. Y por fin, tuvo al goleador del torneo: Manuel Uquillas, quien terminó el año con 24 conquistas en su cuenta.
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El equipo base lo conformaban Manuel Uquillas, Frickson George, Byron Tenorio, José Gavica, Luis Gómez, Héctor Carabalí, José Francisco Cevallos (quien sucedió a Carlos L. Morales), Raúl Noriega, Alberto Montaño, Julio César Rosero. Ellos, más el aporte de los foráneos Marcelo Benítez (argentino), Carlos Alfaro Moreno (argentino), Marcelo ‘Pepo’ Morales (argentino) y Gilson de Souza (brasileño).
Deportivo Quito fue el vicecampeón. Ambos disputaron el último partido. Los toreros eran dirigidos por el DT argentino Rubén Darío Insúa. Por segunda vez, Barcelona dio la vuelta olímpica ante su público en su estadio, el Monumental. Fue el año del debut como técnico para Insúa y llevó al equipo a su decimotercera estrella.
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En Barcelona siempre fue habitual contar con seleccionados o ex seleccionados de otros países. El boliviano Marco Antonio Etcheverry fue determinante en el equipo, al igual que el colombiano Anthony de Ávila. Los otros foráneos fueron Carlos Alfaro Moreno (argentino), Marcelo Morales (argentino). Entre los nacionales brillaron José Fco. Cevallos, Nicolás Asencio, Luis Capurro…
Vicecampeón está por definirse. Barcelona logró el campeonato sin tener que jugar, pero la fiesta es en el estadio Monumental, en su último partido contra Olmedo. Nuevamente, los canarios poseen al goleador: Narciso Mina. El plantel es comandado por el entrenador argentino Gustavo Costas.
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Barcelona se hizo fuerte nuevamente con seleccionados como Máximo Banguera, Jayro Campos, Frickson Erazo, Michael Arroyo y Narciso Mina. También fue figura excluyente el volante argentino Damián Díaz, quien en un solo año marcó dos chilenas (una por el torneo local y una por la Copa Sudamericana).