Contenido: Redacción Guayaquil - EL COMERCIO | Diseño y maquetación: Julio Arteaga | Programación: Fernando Torres
- La Zona Rosa está comprendida entre las calles Roca, Loja, Panamá y Córdova.
- En Guayaquil existen 170 locales de diversión nocturna exceptuando 'nightclubs'.
- Un trabajador con puesto fijo en una discoteca de la Zona Rosa gana en promedio USD 500 mensuales.
- Ocho canciones cantan los grupos musicales por noche.
- Un ‘enganchador’ de clientes gana USD 15 por atraer gente indecisa a cada local.
- Ocho centímetros crecen las mujeres al utilizar tacones para la farra.
- En la Zona Rosa existen 41 bares y discotecas.
- Una discoteca de la Zona Rosa mide en promedio 100 metros cuadrados.
- Un bar – karaoke mide en promedio 70 metros cuadrados.
- Cada local en promedio es atendido por seis personas.
Precios
Fuente: Reportería y Asociación de Propietarios de Establecimientos Nocturnos de Guayaquil.
- La entrada a una discoteca de la Zona Rosa cuesta en promedio USD 15
- Una cerveza mediana cuesta USD 3 en promedio.
- Un taxi desde el aeropuerto a la Zona Rosa cuesta USD 4,5 la noche.
- Uno de cada cuatro pasajeros se duerme en el taxi camino a casa.
- Uno de cada 10 pasajeros vomita en el taxi camino a casa.
- Un cigarrillo a las 02:00 cuesta USD 0.35
- Un cuidador de carros recibe USD 1 por vigilar un carro en la Zona Rosa.
- Una botella de whisky dentro de las discotecas cuesta USD 100
- Una botella de agua sin gas de 500 ml. cuesta USD 1
Al pisar los primeros escalones del Mercado Caraguay, ubicado en el Barrio Cuba, en el sur de Guayaquil, se puede imaginar cómo es el interior. Es muy mala idea ir con zapatos donde el pie esté descubierto, si no le gusta que este sienta el agua de los mariscos que hay por doquier. En la noche llegan las mercaderías y el movimiento despierta.
Nada se vende en menos de cinco libras. No es permitido, dicen los comerciantes mientras miran unas cámaras que están ubicadas en lo alto de sitio.
Los gritos, las risas, las frases (oye, venga, mire nomás) y el sonido de los cortes de los mariscos en una tabla, todo se mezcla. Allí, lo que más se vende son las grandes albacoras. Víctor Intriago trabaja como carretillero y pesa cada pescado y los coloca en pequeños contenedores. 4 000 libras se iban a Cuenca.
La sangre de la albacora se mezcla con el agua que los comerciantes echan a sus productos para que se vean húmedos. Todo se revuelve en el suelo. Al otro lado están los puestos de camarón. En los grandes mesones está regado el marisco. Mientras uno está dentro del puesto entregando el producto, otro está sentado sobre una pared que divide las áreas y dos o tres personas cogen el dinero y pone el producto.
En taxis o buses. En casas o en los trabajos. A las 12:00, la voz de los locutores de la CRE Satelital resuena en los parlantes. A esa hora, en la cabina Jorge ‘Avión’ Guerrero -uno de los primeros locutores de la estación guayaquileña- el letrero de ‘al aire’ se enciende. La Cadena Radial Ecuatoriana (CRE) fue fundada el 1 de septiembre de 1940 y desde entonces mantiene oyentes que sintonizan el dial 560 AM. Es uno de los íconos de los noticieros del mediodía. Pero la CRE no es solo radio. Desde 1998 lanzó su portal noticioso en Internet, que atrae las miradas de los ecuatorianos radicados en el exterior.
De lunes a viernes, a las 12:00, en la cabina de Radio Atalaya empieza el noticiero ‘Noticias, Opinión y Deportes’. Es conducido por Carolina Cedeño y Julio Ayala. Todos los días, ellos presentan las noticias a los escuchas guayaquileños.
Acompañados de periódicos, leen los titulares y notas, mientras revisan constantemente el reloj, que marca su ritmo. El segmento avanza, entre cuñas y reportes desde exteriores de otros dos periodistas. A las 12:30, Ayala dirige una entrevista coyuntural vía telefónica. El programa termina a las 13:00, luego de dar las noticias deportivas.
1. Iglesia Rectoral San José
Calles Eloy Alfaro 503 y Manabí detrás del Palacio de Cristal
Horario de misas de lunes a sábados: 07:00 y 18:00
2. Catedral San Pedro
Dirección: Chimborazo entre Clemente Ballén y 10 de Agosto
Horario de misas: viernes a las 18:00
3. Basílica Menor de la Merced
Dirección: Eloy Alfaro 503 y Manabí detrás del Palacio de Cristal
4. Iglesia Santo Domingo de Guzmán
Dirección: Rocafuerte 110 y Plaza Colón (Barrio Las Peñas)
Horarios de misas los lunes: 07:00, 09:00, 16:00, 17:30 y 19:00
5. Iglesia San Agustín
Dirección: Luis Urdaneta 926 y 6 de Marzo
Horarios de misas: de lunes a sábados: 07:30, 08:30 y 19:00
6. Iglesia San Alejo
Dirección: Eloy Alfaro 302 entre Olmedo y Luzarraga
Horarios de misas: lunes a sábado: 19:30
7. Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles (San Francisco)
Dirección: 9 de Octubre y Pedro Carbo
Horarios de misas los lunes a viernes: 07:00, 08:00, 09:00, 10:00, 11:00, 12:00
El caso de Ángel Velasco es el común denominador de quienes, de manera artesanal, se dedican a la panadería en Guayaquil.
selevanta a las 04:00 y lo primero que hace es revisar los panes en ‘bruto’ que elaboró la noche anterior. Los panes que dejó de tamaño pequeño amanecieron grandes, por el proceso de leudar.
Simultáneamente 160 panes, dispuestos en cuatro latas, empiezan a prepararse. Cada 4 minutos extrae una lata y le da vuelta. El objetivo es que horneen parejos y no se quemen.
Veinte minutos después un agradable olor a pan inunda el área de 16 m2 donde tiene el horno, la mezcladora y otros implementos e insumos.
“Vamos, con la bendición de Dios, a esperar los clientes”, dice al persignarse, luego de lo cual abre las puertas de su negocio. A las 05:30.
Dos horas y media después, comienza a preparar el pan de la tarde aunque un 80% de su trabajo se vende en la mañana. Su producción diaria es de 1 000 panes de lunes a sábado y 1 150 el domingo.
En el resto de la jornada tiene el apoyo de su esposa Sandy Paz y de su ayudante Ernesto Villalba. Durante ese lapso (10:00 a 16:00) Velasco va a descansar a su casa y a cuidar a su pequeño hijo. Luego vuelve a su rutina. A las 18:00 enciende la mezcladora y empieza a juntar los diversos materiales para elaborar la masa. A las 21:00 se cierra el negocio.
Aunque son las 08:10 y el día aún está nublado, el rostro de Miguel Viejó ya evidencia cansancio. El vigilante de tránsito empieza a las 06:00 a dirigir el paso de vehículos.
Guayaquil es una urbe tomada por los vehículos. La Comisión de Tránsito del Ecuador calcula que el parque automotor crece en la urbe a un ritmo del 15% anual. En efecto, desde el 2000, el número de vehículos se incrementó de 290 752 unidades, a 620 400 para el 2011.
Los 1 800 semáforos, el 60% de ellos automatizados o 'inteligentes', ni los 1 500 vigilantes asignados al control vial, no logran mantener la fluidez en las calles a las horas pico.
Entre enero y junio se registraron 3 349 choques leves en la ciudad. La mayoría se produjo los fines de semana.
La Metrovía, una solución parcial
El proyecto total integra siete troncales, pero actualmente funcionan tres, que conectan al centro de la urbe con el sur, norte y noroeste. Todo en un recorrido de 46 kilómetros con 87 paradas, separadas con una distancia promedio de 600 metros. Estas se conectan con cuatro grandes terminales y dos estaciones de transferencia.
El sistema de buses articulados transporta a diario un promedio de 550 000 pasajeros. Aunque existe una tarifa preferencial para las personas de la tercera edad, en el 2012 solo un 3,42% de los usuarios la aprovechó.
Son las 10:00. Pero el reloj que repara Juan Carlos Ruiz se detuvo a las 14:00 de algún día. Con pinzas, como un cirujano, hurga en ese laberinto de piezas diminutas en su local, junto a la bulliciosa calle Colón.
Texturas que cautivan al paso
Ver no basta. La moda manda en la Bahía y tocar las prendas que lucen los esbeltos maniquíes es casi un ritual antes de la compra.
‘Pele el ojo’; cine en plena calle
Unos 300 locales ofertan CD, DVD y Blu-ray en la Bahía. El precio tradicional: USD 1.
Un avispero musical
Aquí no se respetan los límites de decibeles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el nivel permitido para el día es de 65. La Bahía vibra a 83,5 decibeles, según un estudio de la ESPOL.
Aromas añejos y de hoy
La historia de la Bahía comenzó por 1940, junto al Malecón, donde anclaban los barcos repletos con mercadería.
El sabor de la informalidad
De tanto recorrer también da hambre. Y en este, el corazón comercial de Guayaquil, también hay comida para todos los gustos. Muchos de sus clientes son parte de los 4 000 comerciantes establecidos en esa zona, aproximadamente.
Los más de 1 600 parques, entre pequeños y grandes, que se han levantado en el Puerto Principal en los últimos 11 años, no son suficiente para los requerimientos de distracción del guayaquileño.
Guayaquil es una urbe de concreto. Lo reflejan los datos demográficos. Según el último censo de población del 2010, a cada habitante le correspondía, para ese año, 1,7 metros cuadrados de áreas verdes.
Está muy lejos de los 9 m2 por habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Esta, la ciudad más poblada, resume un problema del país: solo 10 de los 221 municipios cumplen con la recomendación internacional.
Francisca Hurtado se acostumbró a llevar a su hijos y sobrinos al parque de la ciudadela Kennedy, en el norte, porque allí encontró muchas opciones: una pista de carreras, juegos infantiles y aparatos de gimnasia. No hay un espacio verde de similares característica en todo el sector, y por ello, por las tardes el lugar se llena de gente.
Ramón Sánchez hace lo mismo con su hija de 11 años. Juntos acuden casi a diario, por las tardes, a distraerse. Más hacia el norte se levanta el que será el área recreativa más grande de la urbe. El parque Samanes, cuya primera etapa se inauguró en marzo, será un enorme complejo de canchas, pistas, jardines y lagunas artificiales.
La calle Gallegos Lara, entre Colón y Alcedo, toma el papel de cómplice para un singular juego. Dos varas circulares color rojo son colocadas como arco en cada extremo. Vestidos con pantaloneta, zapatos de lona y camiseta en mano o al hombro, alrededor de 48 hombres se congregan para un partido de fútbol.
Ocho equipos de seis integrantes son quienes se turnan para salir a la ‘cancha’, cuyo centro tiene pintado un escudo de Barcelona. No existe silbato ni reglas. Un dólar por jugador se recoge como apuesta, el equipo que anota dos goles gana.
“Panamá, barrio de panas”, es como denominan los jugadores, a este sector del barrio Garay. Desde las 14:30 hasta las 19:30 se juega ‘pelota’. Los sábados es el día dedicado al deporte con los amigos, los domingos para la familia y el ‘ídolo’, comenta Marcelo Jiménez integrante del grupo “Batiojas”.
Hace más de 50 años este sector se convirtió, los fines de semana, en un estadio. Con sillas o de pie hasta 500 personas llegan para disfrutar una tarde de partido. Carretillas de fritada, bollo, granizado, pasteles, coco helado, jugos, se ubican en la calle Colón, para satisfacer el hambre de los asistentes o jugadores.
Al puro estilo argentino, con pantalón blanco y camiseta celeste, Juan Carlos Salinas esquiva estratégicamente la jugada de su contrincante y mete el gol final del partido. Jiménez agrega que la mayoría de los jugadores no viven en este lugar, sin embargo, al salir del trabajo llegan a ‘pelotear’.
En el aeropuerto internacional de Guayaquil, José Joaquín de Olmedo, se realizan 60 000 operaciones aéreas al año. En ese período, transitan más de 3 millones de personas a lo largo de esta infraestructura de 50 000 m2 de construcción entre pasajeros, trabajadores del aeropuerto y de los locales comerciales y de servicios.
Tiene dos momentos de mayor movimiento. De 07:00 a 08:00 y de 19: a 20:00. En la primera jornada, de lunes a viernes, hay mayores vuelos locales. En las noches, los pasillos se congestionan con pasajeros provenientes de otros países. El 51% de los vuelos son foráneos.
Según el último anuario de entradas y salidas internacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 1 543 309 ecuatorianos y extranjeros registraron ingresos y salidas en la jefatura de Migración de Guayaquil, en el año 2011. Concentra el 36% del movimiento migratorio del país.
Este aeropuerto es administrado por la empresa privada Tagsa. Sus socios son las compañías: Dellair Services S.A., Corporación América y Ormond Group, constituidas bajo las leyes de Ecuador, Argentina y Panamá respectivamente.
En pleno centro de Guayaquil basta caminar apenas cinco cuadras para encontrarse con un extenso menú de posibilidades para un ‘piqueo’ de media mañana.
Bolones (queso, chicharrón o mixto), caldo de salchicha, encebollado, ceviches (camarón, concha, mixto, marinero), tortilla de verde, muchines, tortilla de maíz, empanada de harina, calentado (con huevo, carne o hígado), encocado ( pescado, concha, camarón, jaiba), bollo de pescado (con arroz o cocolón) pasteles, chicha resbaladera, sánduche de chancho…
Para los más ‘light’ también hay opciones: ensalada de fruta, batidos, jugos naturales, empanadas hechas al horno, bolones de verde cocinado, yogurt, frutas…
Mientras prepara la especialidad de la casa, los bolones, cuenta que el éxito está en un verde grande. Además de expender unos 120 bolones diarios entre las 07.00 y 12:00, también venden unos 45 caldos de salchicha por día.
En Junín y Córdova, en Picantería Chio´s, el cliente Luis Rodríguez, dice que el encebollado tiene el punto ideal. La propietaria del sitio, Rocío Ramos, comenta que vende un promedio de 80 encebollados por día. “Es el plato preferido del guayaquileño, especialmente los hombres”. Allí también se expenden ceviches. “Las mujeres prefieren el de camarón”.
