Para mejorar nuestra vida sexual no hace falta que seamos contorsionistas o nos disfracemos de cosas extrañas: basta con hacer el beso de Singapour.
Esta práctica sexual, también conocida como “pompoir” o “kabazza”, consiste en estimular el pene de tu pareja con tu vagina, emulando los movimientos propios del sexo oral y esa sensación de succionar con tu boca su miembro.
De hecho, “pompoir” en español se traduce como “chupadora” y es el efecto que se produce sobre el miembro de tu pareja, similar a cuando le practicas sexo oral.
¿Qué tan complicado es?
Aunque suena muy difícil de llevar a cabo, todo recae en qué tan hábil eres con el músculo pubocoxígeno; que se encarga de estimular el pene para lograr el tan anhelado beso de Singapour (de ahí la importancia de que practiques los famosos ejercicios de Kegel).
¿Cómo se hace?
1. Tu pareja debe permanecer acostada y pasiva para que puedas llevar a cabo esta práctica sexual.
2. El pene se introduce en la vagina, mientras que tu cadera permanece inmóvil.
3. Una vez que controlas el movimiento de tu cuerpo y el suyo, manipula el músculo pubocoxígeno con los ejercicios de Kegel, para que pueda contraerse y así, propiciar un delicioso orgasmo a través de esa sensación parecida a la que sentiría si le estuvieras practicando sexo oral, sólo que con tu vagina y no la boca.
La historia del beso de Singapour
Se cree que esta práctica sexual nació hace más de tres mil años en India, para después extenderse a Japón y Tailandia. ¿Qué esperas para probar este camino que los hará explotar de placer?
En Tantra encontrarás la mejor variedad de columpios sexuales y si te atreves a usar uno, te contamos como hacer su uso más placentero.
El columpio sexual consta de tres cuerdas una que va en la parte media de la espalda, otra que va en la lumbar o el trasero y las que son para sujetar las piernas. También podemos encontrar correas para los tobillos, todo dependerá del modelo. Debes escoger una posición en especifico para que tu pareja y tu se acomoden en el.
La más clásica es aquella que imita la posición del Kamasutra “el abrazo” pero con una inclinación hacia atrás. La chica coloca su espalda en las cuerdas superiores y las piernas en las inferiores, queda suspendida, con las piernas abiertas y lista para ser penetrada con mucho placer por su compañero.
Y si te sientes más atrevido puedes intentar colocarte de espaldas y sentarte sobre tu chico, practicar el perrito suspendidos en el aire e incluso experimentar con el sexo anal de esta divertida forma.
Si te mueres de ganas por usar alguna de nuestras sillas tántricas pero no sabes cómo, te dejamos una pequeña guía de cuatro posiciones que te dejarán a ti y a tu pareja totalmente satisfechos.
El Misionero Alto
En el cuál debes apoyar a tu pareja sobre la parte alta de la silla con su lumbar sobre dicho filo y su espalda recostada en la curva que baja y sus piernas abiertas y ubicadas hacia arriba, lo cual le permitirá relajarse a la mujer al estar acostada y al hombre le dará más movilidad y placer pos su posición de pie.
El misionero Bajo
Apoya a tu pareja en la parte baja de la silla poniendo su lumbar en la curva hacia abajo y su espalda en la curva superior, con sus piernas abiertas hacia ti. Recuerda que esta posición debes ponerte de rodillas.
Salvaje
Si te sientes más atrevido o atrevida, puedes proponerle a tu pareja que pruebe la posición “salvaje” en la cual ella debe ponerse boca abajo sobre la parte alta de la silla con sus piernas abiertas y sus brazos sobre la primera curva del Sillón para tener la espalda erguida y evitar caerse, pero si lo deseas también puedes recostarte sobre el mismo.
El Deleite
Para esta posición debes ubicar a tu pareja en la parte baja de la silla, ubicarte de rodillas y poner sus piernas alrededor de tu espalda media; de modo que ella también deba mantenerse sentada con sus brazos sobre la silla o alrededor del cuello del hombre. De este modo tu rostro queda cerca de los pechos de tu pareja estimulándolos constantemente durante la penetración.
¿Cómo se usa?
Te pones tu condón, estiras el anillo de caucho de silicón, y lo colocas sobre el pene ya erecto y con el condón puesto. El anillo debe ir lo más abajo posible, cerca a la base del pene. Lo enciendes. Y eso es todo.
¿Qué resultados tiene para él o ella?
Debido a las ondas vibratorias del anillo provoca una sensación placentera para él, con lo cual tendrá una erección más duradera creando momentos de completo placer para ambos durante la penetración.
Recuerda que puedes adquirirlos aquí en Tantra si te animas a tan solo $6
Entre el 50 y el 75% de las mujeres que tienen orgasmos, los alcanza mediante la estimulación del clítoris más que por la penetración, por lo que el primer consejo es centrarse en los vibradores Dobles, los cuáles entregan mas satisfacción a la mujer y permite un mejor jugueteo en pareja.
El vibrador es uno de los juguetes sexuales más comprados y utilizados alrededor del mundo, y como recomendación antes de usarlo te recomendamos usarlo en soledad, de este modo sabrás como más te gusta usarlo, para poder compartir ese jugueteo con tu pareja.
Si siempre te has masturbado sin ningún juguete sexual, acariciar y penetrar tus partes íntimas con un vibrador puede resultar extraño, por eso es fundamental que antes de llevarlo hasta ésta zona, te acostumbres primero a su forma, textura y funcionalidad.
Enciende el vibrador en la velocidad más baja y prueba su intensidad en tu cuerpo. Pásalo por ejemplo por tus labios, tu pecho, tu barriga, acércalo a tu entrepierna pero sin rozar el área genital. La idea es que puedas sentir la intensidad en otras partes del cuerpo antes de masturbarte directamente con él.
Puedes ir probando la potencia del vibrador en sus distintas velocidades.
Una vez que sientas completamente cómoda con el vibrador, lo que no necesariamente tiene que ocurrir el mismo día, ya puedes pasar entonces a masturbarte con él. Acércalo primero a tu clítoris, y después juega a explorar dentro de tu vagina. Para que consigas potenciar las sensaciones y obtener penetraciones mucho más placenteras, es conveniente usar un lubricante a base de agua.
La idea es que a medida que el placer vaya creciendo tú también aumentes el nivel de vibración, potenciando la intensidad de la masturbación y llevándola a nuevo nivel.
No temas usar tu vibrador, disfruta de un encuentro contigo misma y luego anímate a utilizarlo con tu pareja para un encuentro realmente inolvidable.
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