El puente Los Caras de Bahía de Caráquez, inaugurado en octubre del 2010, cuenta con un sistema de 160 aisladores sísmicos que le permitieron disipar la energía y permitieron que la magnitud alta de las fuerzas sísmicas se transforme en desplazamientos controlados. Esto se lo pudo constatar el 16 de abril del 2016, que se produjo el terremoto de 7,8. Marcelo Romo, líder de la construcción, explicó que ese día estuvo sometido a aceleraciones pico del suelo superiores al 35% de la gravedad. Con un diseño convencional no hubiera sido posible resistirlas. Por ahí transita más de 1000 vehículos diarios.
1980 mde longitud del puente
Acero altamente resistente y una capa de teflón que facilita el desplazamiento conforman el triple péndulo friccional
La capacidad de resistencia y deformación de los elementos estructurales del puente evitaron daños durante el sismo.
Así actuaron los aisladores el 16 de abril del 2016
Las pilas restantes se encuentran en suelo fijo, y comprenden los accesos principales de Bahía y San Vicente.