‘Se eliminó todo tipo de barreras administrativas o papeles para que un niño ingrese a la escolaridad’

MONSERRAT CREAMER
MINISTRA DE EDUCACIÓN DE ECUADOR

¿Qué requisitos deben cumplir los niños venezolanos hijos de refugiados y migrantes para acceder a un cupo en el sistema educativo de Ecuador?

En realidad, no hay requisito alguno. Somos un país absolutamente inclusivo y eso es muy reconocido, incluso por los organismos internacionales que felicitan y congratulan al Ecuador por su alto nivel de inclusión. Somos de los países más inclusivos de América Latina en el tema específico de movilidad humana en el caso de la población venezolana. En ese sentido el reglamento de la LOEI (Ley Orgánica de Educación intercultural), artículo 324 determina que se consideran en situación de vulnerabilidad las personas que se encuentran en condiciones de movilidad humana. Es decir, refugiados y desplazados y más otros casos, pero hace alusión específica a las personas en condición de movilidad humana y los desplazados, dentro de la característica de la movilidad. Así que les damos toda la atención y prioridad, como cuando se identifica a una población vulnerable. Por otro lado, el Acuerdo Ministerial 25 A-2020, en cambio, elimina todo tipo de barreras administrativas o papeles o identificación, récord policial, como condición para que un niño ingrese a la escolaridad. Con eso, nosotros lo que hacemos, si es que el niño llega en un período, más allá de la matrícula ordinaria, incluso después de la extraordinaria, nosotros lo que hacemos es ponerlos en la fase de aprestamiento, que significa que empieza a integrarse a la comunidad educativa y en el momento preciso, se lo va preparando, se lo inserta y se lo involucra ya directa y formalmente en la escolaridad.

Hemos conversado con familias venezolanas y nos comentan que no tienen recursos, que para ellos se ha convertido en una dificultad la exigencia de uniformes y útiles para que sus hijos puedan acceder a la escuela. ¿Se puede negar la educación para familias que no pueden comprar estos insumos?

No. Por supuesto que no se puede negar, nosotros explícitamente, como Sistema Nacional de Educación, y desde el Ministerio de Educación, decimos y exhortamos y está en nuestros lineamientos de que nos se solicite nada extra a ninguna familia que habite en el país para que nuestros estudiantes puedan acceder a los aprendizajes y, al contrario de eso, más bien ofrecemos, para evitar estas barreras de acceso a la escolaridad, ofrecemos alimentación escolar, ofrecemos los textos de manera gratuita, damos los uniformes cuando están asistiendo e incluso, en ciertos sectores, ofrecemos transporte. Así que, por el contrario, a todas estas personas por ningún caso se les debe solicitar nada extra, más allá del poder conectarse a través de la radio, la televisión, a través de plataformas en centros comunitarios con sus respectivos docentes, porque además tiene los textos también ellos en la mano.

¿Cómo funciona eso de que el propio Estado puede proveer los uniformes y los útiles?

El Estado lo hace en circunstancias normales. El Estado provee de uniformes, sobre todo, con mucho énfasis en la zona rural y en las poblaciones vulnerables, precisamente y lo hacemos con pertinencia cultural. En estos momentos hemos ido entregando en los distritos los uniformes para el retorno progresivo a clases. Sobre todo, con énfasis en las zonas rurales, estamos regresando, mediante pilotajes y demás. Los niños ya pueden ir recibiendo sus uniformes. En el transporte escolar sucede lo mismo. Hay el transporte, no para todos los niños del país, como quisiéramos, pero sí para determinadas zonas que tiene dificultad de acceso a su escuela.

Unicef, sobre la base de datos de la Dirección Nacional de Migración, estima que el 41% de niñas, niños y adolescentes venezolanos está fuera del Sistema Educativo en Ecuador. ¿Qué acciones ha tomado su Cartera para, en efecto, garantizar la educación a todos?

Para nosotros es una gran preocupación y hacemos búsqueda activa, conjuntamente con los organismos internacionales porque afortunadamente contamos con un gran apoyo de los organismos internacionales que están dedicados a favorecer a la población de estudiantes en condición de movilidad humana y hacemos esta búsqueda porque es nuestra gran preocupación de que el niño que no está dentro del Sistema Educativo, puede estar siendo susceptible o víctima de violación de sus derechos o vulneración de sus derechos. Y con eso me refiero a trabajo infantil, me refiero a trata de personas o cualquier otro tipo de violencia de la cual por supuesto queremos proteger a todos los niños, niñas y jóvenes del país.

Familias venezolanas que huyeron de la crisis y se encuentran indocumentadas temen que al enviar al hijo a la escuela puedan ser identificadas y deportadas. ¿Qué protección brinda el Ministerio?

Nosotros tratamos de ofrecerles toda esa confianza, e incluso tenemos, justamente con la ayuda de la cooperación internacional, como mencioné antes, por ejemplo, con Education can not wait -es decir “La educación no puede esperar”. Con la cual funcionan varias agencias-, trabajamos muchísimo en prevención, en sensibilización de la comunidad, capacitación a nuestros educadores, a nuestro personal de todas las zonas, distritos y unidades educativas para que acojan con toda la calidez y confianza y brinden toda la confianza posible a la población estudiantil que está en esta condición. Precisamente para que sea un lugar seguro para ellos y que no se sientan en riesgo. Nuestro objetivo es exactamente el contrario: que ellos sepan que tendrán la acogida y que estarán protegidos y que es un lugar seguro para ellos. Por eso también ese Acuerdo 025 que mencionaba, en el cual no se les pide documentos. Si los tienen, por supuesto es mucho mejor porque se formaliza ya el niño en el Sistema Educativo, pero si no lo cuentan, ellos ingresan poco a poco en esta fase de aprestamiento y poco a poco se van involucrando en el Sistema Educativo.

En el ciclo lectivo 2019-2020, un niño de 6 años fue vulnerado en una escuela de Quito, le dijeron ‘venezolano, vete de aquí’ y lo agredieron, sus propios compañeros. Es decir, por su situación de nacionalidad. ¿Qué acciones adoptó en este caso específico el Ministerio? ¿Cómo está el niño actualmente?

Por supuesto, el Ministerio procedió a realizar todos los trámites concernientes a este tipo de casos. Esto sucedió en el Distrito Educativo 17D06 Eloy Alfaro y se metió inmediatamente el trámite -el número es larguísimo-, y después el 20 de febrero lo trató ya la Junta de Resolución de Conflictos. El Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) inmediatamente se hizo cargo. En ese momento el niño fue trasladado también porque trabajamos de manera muy intersectorial entre la Secretaría de Derechos, el Ministerio de Salud, El Ministerio de Educación y nuestros DECE, UDAI (Unidades Distritales de Apoyo a la Inclusión), el niño fue también trasladado al Ministerio de Salud para recibir atención psicológica, también se hizo acompañamiento a la familia y los DECE han estado permanentemente pendientes de hacer seguimiento. Al momento el niño no cuenta ya con esta asistencia psicológica específica del Ministerio de Salud porque ya han pasado varios meses, pero los DECE han podido constatar que el niño se encuentra bien y que incluso tiene los instrumentos necesarios para contar con los aprendizajes por medio virtual.

¿El niño se cambió de establecimiento educativo?

La madre solicitó, entre otras cosas, que se lo cambie de establecimiento educativo en efecto se lo trasladó a la Unidad Educativa (el nombre se mantiene en reserva). Fue trasladado el niño y aparte de eso se hizo todo un proyecto se de sensibilización contra la xenofobia en la comunidad donde él estaba y por supuesto preparando a la siguiente comunidad. Es muy lamentable. Realmente, debo decir con mucho dolor y pesar que es muy lamentable que muchos países del mundo han recibido nuestra migración, a nuestros migrantes ecuatorianos, buscando nuevos horizontes en otras partes del mundo y nosotros en cambio, en muchos de los casos, expresamos una fuerte xenofobia con hermanos migrantes que huyen de situaciones realmente desesperadas. Así que obviamente desde el Sistema de Educación es nuestra obligación concientizar y sensibilizar a la sociedad sobre esta urgencia de protección integral de los derechos y evitar este tipo de actos que violentan tanto los derechos de una persona.

El Consejo de Protección de Derechos alertó que el caso del niño de 6 años en la escuela de Quito no es el único hecho de violencia registrado en el Sistema Educativo contra niñas, niños y adolescentes venezolanos. ¿El Ministerio tiene algún registro de cuántos casos más hay?, sobre todo, ¿cuál es el mensaje que el Ministerio da a la Comunidad educativa frente a los actos de xenofobia?

No tenemos un número realmente específico y no básicamente porque no se los trate, aborde o enfrente, sino que hay diferentes niveles, si se quiere de problemas xenofóbicos, como el que estamos mencionando, que ya fue incluso un empujón del niño, hay otros casos en los que son adjetivos calificativos. Hay otros casos que es frialdad, omisión. Hay otros casos que son ataques frontales o exclusión y por eso es que es difícil tener un número específico, pero todos los abordamos. Los abordamos con fuertes campañas de prevención de formación y de atención. En ese sentido, contamos con el gran apoyo de Education can not wait, que mencionaba y que incluso nos han renovado más ayuda para los años que siguen, lo cual es una gran noticia para el Ecuador. Trabajamos muy de la mano con Unicef que coordina las agencias que están dentro de este programa, con Acnur, con todas las otras agencias a través de mensajes, de todos los medios, pero también, nuevamente insisto, con talleres de capacitación, sensibilización, prevención. Creo que después de la pandemia que hemos sufrido, que es una crisis humanitaria que seguimos viviendo y que todavía no sabemos qué viene. Es urgente que todos entendamos a nivel global que todos pertenecemos al mismo planeta y que finalmente, así como tenemos por primera vez, abiertamente y que lo conocemos todos, un problema en común que es esta pandemia, tenemos también juntos buscar soluciones y solamente lo lograremos a través de la solidaridad, de la suma de esfuerzos, de la innovación y de la creatividad. Así que no es momento para desarrollar reacciones xenofóbicas o cualquier otro tipo de fobias que vulneren los derechos de los otros. Es momento de la solidaridad. Más aún en estos momentos de Navidad es la hora de un abrazo fraterno entre todos, seguir sumando esfuerzos y seguir adelante.

En Quito estamos a un mes de terminar el primer quimestre. Hay niños que no están escolarizados, muchos niños venezolanos. Sus padres están desesperados, no saben si pueden todavía inscribir a sus hijos. ¿Qué pueden hacer? ¿Qué respuesta les ofrece el Estado?

Se les sugiere a todos esos padres que acudan a las respectivas fundaciones, porque hay centros de acogida para la población de movilidad humana, pero también que recuerden que pueden acudir a los distritos más cercanos e ingresarían. Nosotros tenemos matrículas extraordinarias hasta el final del quimestre prácticamente, así que están muy a tiempo todavía. Eso acaba en enero. Pero recuerden también que siempre pueden ser incluidos dentro de la fase de aprestamiento. Así que recomiendo a esos padres que busquen la información. Nosotros tenemos la página web del Ministerio siempre permanentemente, vayan a los centros de atención ciudadana, vayan a los distritos o a los centros de acogida que con seguridad recibirán información, pero que por favor incluyan al niño al sistema escolar para poderlos proteger y cumpla su derecho a la educación.

La población está huyendo de una situación absolutamente desesperada que vive Venezuela en estos momentos y eso tiene que quedar claro. A ratos vemos que se idealiza lo que pasa en Venezuela. Tiene que quedar clarísimo que están huyendo de manera desesperada de una cruel realidad y en ese sentido que solamente puede mejorar su condición de vida si nosotros en el país les damos acogida y luchamos por defender todos sus derechos, como lo hacemos en el Sistema de Educación, pero todos juntos debemos hacerlo.