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Amenazada por la tala del bosque

Especies maderables, como el cedro, habitan en esta reserva ecológica y están en peligro de extinción

23 marzo 2014.

Un árbol de color rojizo, que alcanza una altura de hasta 30 metros, sobresale entre los demás de la reserva. Se trata del cedro, que es parte de las 1 434 especies de flora inventariadas por el Ministerio del Ambiente, que habitan en la zona. Pero está en peligro de extinción debido a la tala que afecta a este bosque desde hace cinco años.

Los accesos que tiene la reserva en los cantones Quinindé, Esmeraldas, Atacames y Muisne son los sitios por donde ingresan para acabar con esta especie.

El cedro es un árbol nativo del bosque seco tropical de la reserva y pertenece a la familia de las pináceas. Su posible desaparición ha llevado al Ministerio del Ambiente a realizar investigaciones científicas para reforestar la especie. El objetivo es localizar árboles semilleros para plantar el arbusto en las áreas deforestadas. En esta tarea también colaboran los guardaparques.

Por ello, esta área protegida es una fuente de investigación de científicos de todas partes del mundo. Cada año llegan entre dos y tres investigadores de Alemania e Inglaterra para aportar con estudios y análisis para el descubrimiento de nuevas


Un observatorio de todo tipo de aves

En la reserva se pueden encontrar diversas especies de aves, como el tucán o la garza (arriba). En uno de los estudios científicos también se detectó la presencia del pájaro toro (derecha). Esta especie es la responsable de la supervivencia de varias plantas y flores de la zona, como la palma.

Los animales que están en serio riesgo 

Más de 130 especies de mamíferos habitan en esta área protegida. El total de especies que hay en la reserva representa el 36,86% de las existentes en Ecuador. Muchas también están en peligro de desaparecer, como el mono araña (izquierda), mono aullador o el tigrillo chico (arriba izquierda).

Biodiversidad en las zonas más oscuras 

En los alrededores de la laguna de Cube, que es parte de la reserva, existen túneles y grietas denominadas El Colorado. Se trata de aberturas oscuras, de 60 a 80 centímetros. Este reducido espacio es compartido por especies como el armadillo, la guanta, el guatín y hasta tres tipos de murciélagos, como el frutero, longirostro y el de nariz ancha.

El bosque es transitable para el turismo 

En la estación biológica Bilsa de la reserva ecológica hay 15 senderos guiados. Estos caminos fueron abiertos por dos motivos: para determinar la altura del área y para identificar rápidamente el paradero de los visitantes. El lugar es transitable para los turistas, pero se recomienda laguía de los guardaparques. Los senderos conducen a la parte más baja de la reserva.

Fotos: Paúl Rivas / el comercio y ministerio del ambiente.

Bolívar Velasco.  Redactor  
bvelasco@elcomercio.com

¿Qué llevar?

Repelente  contra insectos, cámara de fotos y de video. Botas de caucho  para los caminos sinuosos y gorra para el sol.

Alimentos

queno se deterioren con el calor y bebidas hidratantes.

Es clave  solicitar la guía de los guardaparques para

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