Juan Pablo Boada: Pin Pin

Los shows y las risas hacen una divertida adolescencia


Ser un payaso es algo que Juan Pablo Boada ha hecho casi toda su vida. Desde los seis años, este adolescente participa en fiestas infantiles junto a su madre, Pelusita. El que un niño se disfrace de payasito y se siente entre los invitados le restaba temor a la imagen que se ha construido de los payasos, recuerda su progenitora.

Hoy, con 18 años, el interés por el maquillaje artístico, el mundo de los mimos, la magia y la participación en fiestas con sus seis personajes son tareas cotidianas. Mientras decide su futura carrera en la universidad, Pin Pin desarrolla nuevos temas para los shows de títeres y sus propias presentaciones. Hace cuatro años que anima solo las fiestas, pero cuenta con la ayuda de cinco amigas y ex compañeras de colegio.

Su vida escolar trascurrió entre las presentaciones dentro y fuera de la institución, ser bajista en la banda NKM que interpretaba rock en español y las tareas. Este creativo artista prefirió el dibujo incluso en las clases, a pesar que reconoce que atender a los profesores le ayudó a terminar su bachillerato.

Los permisos que se pedían en el colegio eran usuales por los eventos que debía animar. Mientras se enfrentaba a las bromas que menciona no lo afectaron y tampoco lo dejaba trascender. “Yo llevo con mucho orgullo”, el ser payaso.

Pin Pin trabaja tanto con niños desde los dos años como con adultos. Su habilidad para tratar con la gente le permite ganarse la confianza del cliente a pesar de su corta edad.

Sin embargo, su carisma le ha traído más de un problema en las fiestas, especialmente con las mujeres, que no han dudado en pedir su teléfono o una cita, a las cuales rechaza “con toda educación”.

Como cábala Juan Pablo usa una pulsera roja en su muñeca derecha para repeler “la mala energía” e incluye este color en sus trajes. Además, destaca la importancia de mantener la imagen del payasito y la idealización que tienen los niños del personaje por lo cual prefiere llegar listo y no aceptar comida, porque lo hace más terrenal.

La improvisación siempre es parte del show de Pin Pin, que prefiere el traje de Mago animador. Él se describe como molestoso, pícaro y bromista. Mientras que Pelusita recalca su personalidad descomplicada y fresca.

El dinero que recibe este joven por sus presentaciones lo ha gastado en una computadora, iPod, celular, filmadora, ropa… El pago por su trabajo le ha dado “independencia” y seguridad en sí mismo. “Se tiene un sentido de pertenencia y valor del dinero”. En sus ratos libres, Juan Pablo también se encarga de administrar la página en Facebook de Pelusita y Pin Pin, es amante de la fotografía, trabaja como DJ y organizar eventos con karaoke.

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