15 pinzones serán liberados en el manglar de isabela

Esta especie única en el mundo está en peligro de extinción, por lo que entró en un primer programa de crianza en cautiverio en Galápagos

09 Marzo 2014.

Su nacimiento en cautiverio fue un éxito así que este viernes los primeros 8 de 15 pichones conocerán su hogar: el manglar de la isla Isabela, en Galápagos.
Este pinzón del tamaño de un puño es una especie única en el mundo y apenas hay 80 individuos en este hábitat, por lo que su conservación es vital.
Para lograr una adecuada adaptación, las primeras seis a ocho semanas permanecerán en un aviario ambientado con troncos secos y hojarasca.

El pinzón de manglar es una de las 13 especies que inspiró a Charles Darwin a desarrollar su teoría del origen de las especies y la selección natural, pero tiene dos grandes depredadores: las ratas y la mosca Philornis downsi. Esta última deja sus huevos justo en los nidos y luego de cuatro a seis días salen las larvas y chupan la sangre de los pichones. Hasta 95% no sobreviven por esta causa y fue lo que motivó a emprender el proyecto de crianza en cautiverio, explica Francesca Cunninghame, de Fundación Charles Darwin. Los pinzones elaboran sus nidos en los árboles de manglar, que pueden llegar hasta 25 metros, por lo que controlar la fase de anidación (de diciembre a mayo) resulta casi imposible.

Primero se buscó en dónde están los nidos con binoculares y por el comportamiento de las parejas. Una vez ubicados fueron en helicóptero tres veces y recolectaron 21 huevos y tres pichones de un día de nacidos.

El personal del Parque Nacional Galápagos y del San Diego Zoo Global participan en este proyecto, que incluyó la adaptación de una área de incubación a 37,5 grados y control permanente de la humedad.

Generalmente, en estado natural, un pichón se queda de 15 a 16 días en el nido; esta vez, en cautiverio, ocho se quedarán 41 días y el resto 30 días. Se prevé que luego de un mes de que los pinzones estén en el aviario se abran las puertas para que salgan, pero se les seguirá proveyendo de comida. Esta especie se alimenta de insectos o frutas del palosanto. Se prevé que luego de dos semanas se lleve a los siete restantes. Una vez liberados tendrán un dispositivo diminuto, que permitirá monitorearles al menos por un mes. Solo entonces se conocerán los resultados de su sobrevivencia y si es conveniente continuar con el cuidado en cautiverio, aclara Cunninghame, líder de la iniciativa. Otro de los riesgos que afronta esta especie es las erupciones del volcán Darwin, por lo que es necesario establecer una población lejos de esto, ya sea en Isabela o Fernandina.

Gabriela Quiroz
gquiroz@elcomercio.com

Las parejas de pinzones
han tratado cuatro y hasta cinco veces de poner huevos en sus nidos, para lograr tener una cría, en el 2013.

La fase de anidación
generalmente empieza en diciembre y se extiende a mayo. En esta fase el principal peligro es la mosca Philornis.

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