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Postres y bebidas

El toque que endulza y refresca a los paladares

Foto: Julio Estrella y Paúl Rivas / LÍDERES

El postre es el último recuerdo de una comida. El chocolate destaca en las preferencias, así como las frutas. Una nueva tendencia es incluir especias.

El sabor entra por los ojos, y más si se trata de algo dulce”. Así lo menciona el chef Homero Miño, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

El dulce, asegura, es uno de los cuatro sabores fundamentales de la gastronomía. Los otros son el salado, el ácido y el agrio. Servirlo al final de la comida tiene una razón: es el último recuerdo que se lleva el comensal.

Pasteles, tartaletas, helados, chocolatería, cremas y recetas tradicionales como pristiños o higos con queso son parte de las variedades que el ecuatoriano consume tras el plato fuerte.

En el restaurante quiteño Alma Cocina, su chef Miguel de Arregui comenta que la preparación de postres ha tomado tendencias modernas. “Eso sí, siempre vinculadas al gusto y tradición de lo que guarda el Ecuador”.

Uno de los postres más cotizados en este lugar es la sopa de frutas, preparada con almíbar de azar que es la flor del naranjo y frutas como: mango, frutilla, plátano, piña, manzana y frutas tropicales como el pepino dulce. El ‘fondente’ de chocolate y los helados de máquina también están en el menú de este lugar. El valor de estos platos de dulce oscila entre los USD 7 y 8.

Para De Arregui, cada chef posee diferentes técnicas culinarias y decora el plato a su gusto.

La inclusión de especias en los postres, por ejemplo, es una iniciativa moderna en la preparación del dulce, según Andrés Viteri, chef ejecutivo del Hotel Dann Carlton. El cardamomo, una especie originaria de India, que da un toque especial a los postres; el clásico toque de la canela; la semilla de cilandro y la pepa de tonka (que llega desde Perú o Bolivia) originaria de la Amazonía están dentro de las opciones para preparar un dulce, según Viteri. Este experto acota que las bebidas no alcohólicas también son recomendables al acompañar un menú.

Las infusiones de frutas destacan en esta oferta: son una especie de té aromatizados con cedrón, menta, hierbabuena y eucalipto.

En Caffeto (Quito), los postres son apetecidos por el público. Este lugar abrió sus puertas en julio del 2006, aquí se oferta repostería, comida gourmet, heladería, vinos y cocteles.

Su administradora María Fernanda Burgos menciona que cada mes venden 120 postres. En el menú se exhiben tortas, tarta con frutos rojos (fresas, moras, frutillas, cerezas), mousse, tortas de chocolate, chessecakes... Los costos de los postres van desde los USD 3 en adelante.

En lo que se refiere a bebidas este espacio ofrece cocteles y vinos. Burgos acota que las promociones 2x1 en cocteles es beneficioso para el negocio.

Nuria Villacís, gastrónoma de profesión, especializada en pastelería cree que el dulce cautiva a las personas. San Honoré, su negocio, se especializa en chessecakes; tiene nueve variedades: mora, amaretto, bayleys, chocolate, maracuyá, selva negra, óreo, frutos rojos e higo. El chessecake completo cuesta USD 22; la porción, 2,50.

El chocolate es uno de los ingredientes más utilizados en la pastelería. Cyril Prud’ homme especializado en gastronomía dulce lo reitera, lleva 18 años dedicado a esta profesión.

Él realiza figuras de chocolate y las prepara artesanalmente sin conservantes. Se dedica también a la elaboración de pastelería, panadería y heladería. Este francés exhibe su oferta en una boutique que lleva su nombre en Quito tal como las de París. “Es necesario priorizar la calidad en los ingredientes para tener un buen producto”. Para Alexandra Vallejo de 23 años, consumidora de Cyril Boutique, saborear un postre, es dar un gusto al paladar”.

Si la preferencia del cliente se orienta a lo light, la opción está en las recetas dulces preparadas con “zero azúcar”. Ese es el eslogan de Mundo Light donde se preparan ensaladas de frutas, helados de paila y batidos. Se les incorpora gotas endulzantes, bajas en calorías, explica su administrador Ricardo Córdova. “Estas recetas tienen acogida por oficinistas de la zona (del Batán)”.