La web necesita una Carta Magna

Hace 11 días la Web cumplió 25 años. Dos amenazas ve su fundador, Berners-Lee: los gobiernos y las corporaciones

23 marzo 2014.

Cuando el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ordenó la noche del jueves el bloqueo de la red social Twitter en su país estaba confirmando que los temores que Tim Berners-Lee, el padre de la Web, había expresado unos días antes no eran infundados. En efecto, el pasado 12 de marzo, cuando Tim Berners-Lee le daba una entrevista a The Guardian, a propósito del 25º aniversario del día en que presentó oficialmente su sustentación del sistema que hizo posible la Web, decía que ese espacio tiene dos grandes amenazas: los gobiernos y las corporaciones.

Dos amenazas a las que, dijo, hay que neutralizar si el mundo quiere que la Web siga siendo el lugar de encuentro virtual de millones de seres humanos. Un lugar que se desarrolló mucho más de lo que imaginó gracias a lo que él llama un entorno abierto y neutral. Berners-Lee, quien cuenta que jamás se imaginó en lo que se iba a convertir el proyecto en el que tanto trabajó, sostiene que para salvar a la Web de estas dos amenazas hay que redactar una Carta Magna o Constitución que garantice que este prodigio de la conectividad digital siga siendo abierto y libre. Que nadie, ya sea en nombre del bien común o de cualquier otro motivo, imponga filtros o límites a los usuarios. “Pasé mucho tiempo tratando de que la gente ponga en la Web cualquier cosa que sea universal. Pero no tenía idea de que la gente iba a poner literalmente todo en ella”, había dicho Berners-Lee alguna vez, durante una entrevista, según reseña el The New York Times en una nota aparecida a propósito del aniversario.

El documento que elaboró este inglés, al que su país le ha otorgado el título honorario de ‘Sir’, tenía como fin conectar documentos académicos a través de computadores en línea. Finalmente, el World Wide Web, como la denominó él en su documento, terminó siendo eso y mucho más. Es, por ejemplo, el lugar donde se desarrollan poderosos mecanismos de comunicación, como la plataforma de microbloging Twitter, que tanto dolor de cabeza le está produciendo a Erdogan y a otros gobernantes. Y es que, en efecto, el aniversario se produce en medio de acontecimientos que hablan sobre cómo actúan estas amenazas. El año pasado, Edward Snowden -un excontratista de los servicios de espionaje de EE.UU- mostró al orbe cómo la primera potencia mundial estaba metiendo sus manos en la Web para apropiarse de datos que millones de ciudadanos de todo el planeta estaban colocando en Internet, derribando una de las reglas claves que han hecho de la Web un lugar de profundo significado liberal: la neutralidad.

En China, el Gobierno aún busca el control del acceso a la Internet con su Great Firewall y en países como Egipto se han visto gobiernos que han cerrado el servicio de la Internet para evitar que activistas políticos distribuyan información y organicen protestas. América Latina no es la excepción. El Gobierno de Cuba controla completamente el acceso a la Web mientras que el de Venezuela ha hablado sobre la posibilidad de bloquear a Twitter. En Ecuador, el Gobierno utiliza normas de derecho de autor para eliminar, contratando los servicios de Ares Rights, cualquier material alojado en YouTube que resulte incómodo para el poder.

Pero también están las corporaciones como amenazas. Por ejemplo un gigante de los proveedores de Internet, como Verizon, en EE.UU., pretende cobrar para que ciertos sitios en la Web sean más rápidamente accesibles que aquellos que no pagan. O el propio Facebook, que algún momento quiso que todas las fotos de Instagram puedan ser utilizadas comercialmente.

“¿Quién tiene derecho a recolectar y usar nuestros datos personales? con qué propósito?, ¿bajo qué normas?”
Tim Berners-Lee, Fundador de la web

Este entorno amenazante es el que ha hecho que Berners-Lee hable sobre la necesidad de que los usuarios del mundo redacten lo que él llama una Carta Magna. Un documento universal -dice- que garantice que ni gobiernos ni corporaciones ni nadie más atente contra la apertura y la neutralidad de la Web. Por eso ha lanzado una iniciativa llamada ‘La Web que queremos’. En su declaración de principios ubica tres preguntas que él considera claves para la elaboración de este documento, al abordar temas que son muy importantes: ¿Cómo conectamos a casi dos tercios de la población del planeta que no pueden aún acceder la Web? ¿Quién tiene derecho a recolectar y usar nuestros datos personales?, ¿con qué propósito?, ¿bajo qué normas? ¿Cómo crear una arquitectura abierta y de alto rendimiento que correrá en cualquier aparato, en lugar de retroceder a las alternativas propietarias? “No hay respuestas fáciles a estas y a muchas otras preguntas”, responde él mismo, y agrega luego que siempre hay que “recordar que la Web fue construida por nosotros, así que todos podemos y debemos desempeñar un papel definiendo su futuro”.

Más adelante, en su declaración, sostiene que “trabajando juntos, pienso que podemos construir una Web que sea verdaderamente para todos: una que sea accesible para todos, desde cualquier aparato, y una que nos empodere a todos para alcanzar la dignidad, derechos y el máximo potencial que tenemos como humanos. Marquemos este aniversario como un paso crucial en nuestro camino para lograrlo”.

La iniciativa ya tiene adeptos en el Ecuador. Rafael Bonifaz, de la Asociación de Software Libre del Ecuador y apasionado militante en contra del espionaje, sostiene que la “Carta Magna debe garantizar que la Internet sea ese espacio donde los que no teníamos voz la podamos tener; donde la cultura y el conocimiento puedan fluir libremente y donde las comunicaciones sean seguras”. Bonifaz cree esta Carta Magna debe encaminar “los esfuerzos para que la Internet vuelva a sus raíces y sea una Red descentralizada”. Pero también advierte sobre otra amenaza de la que se habla mucho entre los defensores de la Web como espacio liberal: la feudalización. “Se dice que vivimos la era del feudalismo en Internet, donde los grandes reinos son empresas como Facebook, Google, Twitter, etc... Estas instituciones centralizan el poder, que puede ser utilizado para la vigilancia de los ciudadanos o la censura con un alcance global”.

En definitiva, para Berners-Lee y Bonifaz lo que se juega es la calidad de la democracia

Martín Pallares.SEnSEditor
mpallares@elcomercio.com

Algunos momentos claves en la historia de la web y su relación con sus usuarios

1989
Tim Berners-Lee inventó la World Wide Web, HTML, y un buscador de textos. Utilizó un computador NeXT para escribir un sistema global de hipertexto. Lo hizo en los laboratorios del CERN en Europa.

1993
Aparecen los primeros browser gráficos, ente ellos Mosaic. La Web y Mosaic fueron publicitados por primera vez en The New York Times, The Guardian y The Economist. 200 servidores estaban en línea.

1994
Los fundadores de Mosaic crean Netscape, el buscador más exitoso entonces. David Filo y Jerry Yang crearon Yahoo! Más de 1 500 servidores estaban en línea. La revista SpaceToday migra a Space Online.

1995
La tienda virtual de libros Amazon.com aparece. Sergey Brin y Larry Page planifican Google. La primera wiki se escribe. Al siguiente año aparecen Hotmail y Microsoft Internet Explorer.

2000-2001
Se abre Wikipedia. 70 millones de computadores se conectan a la Internet. Aparece la primera burbuja del dotcom. Google responde 18 millones de búsquedas al día.

2004-2005
Facebook comienza a funcionar. Se hacen los primeros podcast y Flickr abre su página. YouTube empieza a presentar videos y aparece Google Earth. 8 000 millones de páginas web.

2006 en adelante
Aparece Twitter. En el 2007 Apple lanza su iPhone y en el 2008 ­Google presenta Chrome. En el 2010 Internet supera a los diarios como la principal fuente de noticias en EE.UU.

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